He venido a mencionar el aroma que segregan tus labios,
He venido a encender tú mirada llena de locuras y a decirte tanto y nada a su vez a través de ella.
He venido a tomar tus defectos y convertirlos en perfecciones. He venido a recordar tus legados y a verte ser dueña de calor de hogar.
He venido a tomar la crema de tu píe de limón, y a esconderme en el acto para evitarte en tu punto de bravura, contemplándote desde un ángulo oculto, ya que amo eso de ti.
He venido a decirte como suena tu sonrisa, como suena mi voz al percibir la tuya.
He venido a decirte que te amo cuando no te gustas nunca y sos una maravilla.
Quizá he venido a decirte lo mejor de lo peor, que vivo en tu sonrisa y logro ser feliz imaginándola.
Alfonso Alejandro.